
“Al final de la exitosa gira (por Estados Unidos del Real Madrid), quedan dos paradojas. Una: que Bale (jugador galés que los merengues quiere llevar a su reducto) no hace falta para jugar mejor al futbol, pero es imprescindible para conquistar mercado, porque sin héroes renovables la rueda del liderazgo mundial no gira. Y dos: que el precio sólo sería un problema en caso de que resultara barato, porque no hay publicidad más poderosa que una cifra récord”. Escribió el sábado 17 de este mes Jorge Valdano ex futbolista y exdirectivo argentino y del Real Madrid y analista muy reconocido de este deporte.
EL FUTBOL ES GENEROSO, PERMITE LA BONANZA ECONÓMICA
En otro nivel, pero también ex futbolistas zamoranos han sabido utilizar el deporte para que su situación y bienestar económico mejoren: Rafael Márquez, llegó a la élite mundial. Juan Carlos Chávez tiene logros extraordinarios; ha regresado al feudo que lo vio nacer como entrenador, al redil del “rebaño sagrado”.
Agustín García Rodríguez invirtió de acuerdo a lo que con certeza supo le dejaría una bonanza económica. Leonel Urbina ahora directivo en la federación mexicana de futbol, pero fue también excelente jugador con Puebla y como Director Técnico no lo hizo mal. Salvador Vaca el jaconense llevó mejoría a su familia y luego fundó una escuela de futbol. Luis Angel Landín, al parecer manejaron su carrera con mucha deficiencia, pero llegó a obtener buenos contratos, campeón con Pachuca y luego jugador del Monarcas, en Estados Unidos, Puebla y en Querétaro… recordamos que abrió una tienda de deportes en esta ciudad; no le funcionó.
En la élite europea, los futbolistas ganan millonadas de dólares por año, el futbol les cambia la vida de forma radical a un grupo bastante reducido, otro buen porcentaje cuando llegan a viejos suelen no tener nada de soporte económico por varias y diferentes razones, ejemplos hay: Pablo Larios Iwasaki portero de la selección nacional y de equipos tan importantes como Cruz Azul, acabó en la miseria víctima de alcoholismo; sufrió el síndrome de los boxeadores mexicanos que de pronto encuentran sus arcas hasta el tope luego las despilfarran. No es el único.
ZAMORANOS TAMBIÉN HAN SUFRIDO TRAGEDIAS
Existen tantos casos tristes como el del extraordinario medio ofensivo Manuel Manzo de Pumas y de la selección nacional, un gol de él le dio el triunfo a los mexicanos en un amistoso en el mismísimo Maracaná ante aquella refulgente selección comandada por Edson Arantes Do Nacimento “Pelé”. Gracias al alcohol se tiró en una alberca sin agua y quedó casi parapléjico. El alcohol también truncó la carrera del prometedor César Andrade, ex del Atlas de la camada de Rafa Márquez; le cortaron un pie gracias a que manejaba en estado de ebriedad un auto de reciente modelo. Y aunque no llegó a jugar profesionalmente, citar la tragedia que le sucedió a Pepe Moreno fue un futbolista que después de vivir en bonanza económica envidiable, murió prácticamente en la mendicidad.
Sin problemas de adicción, todo lo contrario, también murió Enrique Olivos, víctima de la complicación de las lesiones que sufrió en un accidente carretero que de principio le dejó pérdida de la memoria. El llegó al Atlético Español, aquel de Juan José Muñante, Juan Manuel Álvarez, el mismo Manuel Manzo, Carlos Eloir Peruci, etc. Y también jugó en el Toluca; el famoso “Pinocho” zamorano de forma inverosímil chocó contra un semoviente en la carretera Zamora-Guadalajara en uno de los varios taxis que tenía; él sí que supo aprovechar lo que el deporte le dio… sin embargo murió, aunque su familia quedó protegida, no deja de ser tragedia.
También puede ser tragedia aunque no tan dramática el hecho que jugadores no hayan trascendido a otros niveles por el vicio o las adicciones; Rubén Méndez León de aquella camada estupenda que fue campeona de la tercera división, dejó pasar estupenda oportunidad. También fue campeón con Pancho Alvarado, Javier Orozco, Checo Torres, Guillermo Méndez Quesada, José Luis “Harapos” Alfaro, Jesús De Anda, Jorge Tapia, etc.
LA MÁS RECIENTE GENERACIÓN CAMPEONA
Muchas camadas y generaciones han dado lustre al futbol zamorano, la última campeona fue aquella que conjuntó jugadores zamoranos y sonorenses, Cachorros Zamora cuya franquicia era del señor Gonzalo Rodríguez Cacho: Jorge Medina “El Choco”, buen portero que junto con el central Arcadio Juanz y otros zagueros como Arturo Terrazas y Héctor “El Chivo” Esquer venían con el equipo desde Guaymas, además, zamoranos como Agustín García “El Niño”, Agustín Vieyra, Arturo “Chayote” Fuentes, Jorge Valadez, Rafael Gallegos, Gilberto Vega tapia, Ignacio Jaury “La Gallina”, “El Welfis” Salvador Vaca, etc.
Ascendieron de la Segunda B a la Segunda A (ahora primera división de ascenso). Varios hicieron carrera dentro del mejor futbol mexicano; Rodríguez con Tecos (aun cuando sufrió el atraso de un año en su proceso por culpa del directivo “zamorano”) y la selección nacional y Vaca se afianzó con el Toros de Celaya, aquel de Hugo Sánchez, Emilio Butragueño, Michel, Martín Vázquez, por cierto era compañero de cuarto de Butragueño y se identificaron muy bien; Vaca aprendió mucho del entonces estrella del futbol mundial y caballero de las canchas apodado “El Buitre”; bueno esos españoles hicieron historia con el Real Madrid.
“LA GENERACIÓN DORADA”, GENERACIÓN OLVIDADA
Zamora también tuvo su “generación dorada”, aquella de los inicios del futbol profesional en nuestra ciudad, la gran mayoría de sus miembros ya falleció. Los que quedan ya rondan los 90 años. Es triste comprobar que a la mayoría sufre de sus facultades mentales, en buena medida por la demencia senil que se acelera cuando se vive en soledad, a pesar que vivía con su familia. A ellos el futbol no les dio para cambiar su vida. Casi todos sobreviven por el esfuerzo que hicieron en otros menesteres y el futbol ha quedado en un recuerdo vago.
De los que viven, Manuel Flores “Chebio” que por cierto nació en Guadalajara y logró la ciudadanía estadounidense gracias a que prestó servicios de reforestación en estados como Montana en climas verdaderamente fríos, nos contaba que él no quiso seguir jugando en el Zamora porque quisieron obligarlo a firmar dos contratos, “el verdadero” con el que les pagaban muy poco por cierto, y otro que servía para la contabilidad con un sueldo muy alto que no llegaba a ellos.
José Aguilera “La Chajo” (aunque no es de la generación dorada), cuenta que después del descenso de primera división, ya en la década de los sesenta, jugaron, como al principio, gratis, lo que les pagaban al final de la temporada era una compensación escalafonada de acuerdo a los juegos en que intervinieron durante la campaña; el encargado de repartir la compensación, por cierto jugador también, aprovechó como dice el refrán “el que reparte…” y hubo jugadores como José que ahora víctima del mal de parkinson y otras enfermedades que no recibieron lo que merecían a pesar de haber jugado casi toda la temporada.
Por eso ahora se entiende por qué los que aún viven no “le sacaron jugo al futbol”; con muchos se cometieron verdaderas injusticias. Caso aparte es Sergio Patiño que ahora como la mayoría no recuerda mucho. En lo que respecta a exfutbolistas como Roberto Ramos “El Chino” vive recluido en su domicilio. De Jorge Guzmán “El Guapo” no sabemos pero la última vez que lo encontramos tenía las mismas condiciones.
Jesús Mora “Chuyín” uno de los hombres con mayor capacidad física también vive ya ayudado por “marcapasos” aunque en buen estado de salud. Trino Morales lo vimos esta semana allá por la calle Emiliano Zapata en un estado verdaderamente lamentable; sucio, desaliñado, con cierto resentimiento ante no sabe qué. Con ayuda se acuerda de algunos detalles; en ocasiones ya no sabe si Sergio “El Bigotón” Patiño es su compadre o no; definitivamente dice que no guarda ningún recuerdo.
RECONOCIDOS SI, UTILIZADOS TAMBIÉN
Realmente es lamentable que nuestra generación dorada termine de esa manera, fueron utilizados para conmemorar cincuenta y sesenta aniversario del primer juego de futbol profesional en nuestra ciudad el 18 de febrero de 1951, EN 2001 Y 2011.
Si han recibido reconocimientos como en el cincuenta aniversario hace ya más de diez años en lo que se suponía iba a ser “El Nuevo Estadio Zamora” y que llevaría el nombre del primer futbolista famoso “José ‘El Siete Ruvalcaba’” y era ya “bautizado” a semejanza de otros estadios como “El Coloso de La Betilla”.
De repente “nadie sabe, nadie supo” pero la obra abortó antes de que se pudiera utilizar y eso que se inauguró al final del período del Ing. Eduardo Curiel Del Río. Ahora se dice que jamás se le invertirá porque está en un lugar inadecuado para su construcción, además el terreno donado para el acceso y estacionamiento, al parecer ya fue recuperado por sus dueños.
Bueno pues a eso que quiso ser estadio fueron llevados los sobrevivientes de la generación dorada y recibieron sendos diplomas y ahora, todos están olvidados…y abandonados como los diferentes estadios que se ha intentado construir.